"Botaban ya en las eras, quitameriendas de matices rojos, criaban achicorias los rastrojos, y se llenaban las lindes de acederas y los huertos de malvas y de hinojos" José María Gabriel y Galán, Castellanas
Hola de nuevo huerters! Qué tal todo?
Hace un mes ya desde la última entrada que publiqué. Sé que estábais en un sinvivir, sin saber qué hacer con vuestras vidas sin artículos de mi blog para leer, pero no os preocupéis, que ya me tenéis aquí! Tenemos que ponernos al día como viejos amigos que somos, hay muchas cosas que han pasado y ni siquiera sospecháis!
Para contaros los acontecimientos de forma más o menos cronológica, empezaré dando el bombazo del año: (redobles) Tengo un huerto! Sí, como lo oyes, una parcelita de tierra en el campo, muy chiquitita, pero que me da el apaño. ¿Y cómo he acabado ahí? Bueno, no os vayáis a creer que yo me dedico a dar vueltas por el campo con el coche buscando un terrenito donde sembrar mis verduritas (aunque casi xD). Tengo un contrato de alquiler en uno de esos huertos urbanos que crecen en las afueras de la ciudad, a la sombra de los edificios, más concretamente en Dos Hermanas. Y como tal, no es un alquiler al uso. El alquiler de la parcela está integrado dentro de un programa más amplio, un curso de agroecología práctica, donde además de proveerte de herramientas, sistemas de riego, agua, abonos y semillas (de variedades locales y ecológicas) también imparten clases semanales donde explican todos los pormenores de la agricultura, desde el principio, con atención personalizada. ¿A que suena bien? Si os interesa, podéis ver toda la información relativa al curso aquí (y otras actividades divulgativas)
http://lahuertaconciencia.es/
Así que el 25 de Enero dio comienzo la aventura. ¡Ya me quedo huerto por derecho! Estas semanas están siendo un un poco de iniciación, arrancando con las labores de preparación de la tierra y sembrando los semilleros. En las próximas entradas quiero ir comentándoos mis avances, tanto en el balcón como en la tierra, para que veáis las diferencias entre los distintos ambientes de cultivo. Indudablemente, la huerta me va a dar mucho más trabajo que el balcón, así que lo más probable es que os hable en más entradas de ella, en proporción, aunque los resultados también serán mayores y más variados! Por lo pronto, me guardo más detalles sobre la huerta hasta la próxima entrada, sólo deciros que es muy soleada, que tiene unos 40m² ... y que es mía!
Volviendo a mi balcón, la verdad es que las cosas no van demasiado bien. Por un lado, los rábanos he tenido que recogerlos ya, después de más de dos meses, por aburrimiento, porque las raíces apenas han engrosado en todo este tiempo. No os pongo la foto para que no penséis que soy un fracasado y dejéis de entrar en el blog, que os conozco xD. No sé si ha sido por la tierra del cajón, el riego (me he dado cuenta de que la malla favorecía que el agua se saliera por los extremos y no profundizara en la tierra), o yenesecuá, pero han sido mi primera derrota como agricultor urbanita. Volveremos a intentarlo.
marcas del hongo en los bordes
Para darle más drama a la historia, os contaré que las plantas de fresa que tan orgulloso me traían, han sido atacadas con un hongo, probablemente el Phytophtora Infestan, y me ha costado la producción de fresas que se avecinaba. Las plantas aparecían como manchas marrones en las hojas, desde los bordes hacia adentro, hasta que éstas acababan secándose y muriendo. Al principio pensé que podría luchar contra el hongo usando remedios naturales, como el peróxido de oxígeno (agua oxigenada de toda la vida), las infusiones de ajo, o el bicarbonato potásico. Todos son remedios fungicidas, unos más preventivos que otros, pero que contra esta enfermedad no podían luchar.
marcas del hongo en los bordes |
aquí dos plantones que separé del resto y quedaron igual |
manchas desde el borde |
A día de hoy, sólo dos de las plantas tienen hojas, y gracias a mi profesor del huerto, y a algunos foreros de Infojardín, me he animado a tratarlas con Fungi Total, de Agrobeta. Es un producto a base de derivados del silicio, que fomenta la produción de fitoalexinas, defensas naturales de las plantas, para que su sistema inmunológico pueda luchar por sí mismo contra el hongo. Contiene además extractos vegetales que ayudan a romper las paredes celulares del hongo, reforzando la acción fungicida, así que parece un tratamiento correcto y completo. Veremos qué tal evolucionan. Por lo pronto parece que he conseguido frenar un poco el avance, pero puede ser mi impresión (¿sabéis si el efecto placebo también lo siente uno con sus plantas?) Si veo que el producto no es lo suficientemente eficaz probaré con fosfito potásico. Eso sí, conseguí salvar la fresa que os mostraba en la entrada anterior, muy dulce.
justo antes de su recolección |
Y por último, debéis saber que ya he cosechado las primeras lechugas del año. He tenido que adelantar la cosecha un poco, porque algo les estaba afectando y se estaban empezando a poner feas por arriba, en el cogollo, así que por eso de mejor prevenir que curar, éstas han ido directas a la ensalada (y estaban riquísimas).
limpias y listas para ser troceadas |